Efectos del cambio de estación en el rendimiento deportivo

Los cambios de estación pueden afectar a nuestro cuerpo y al rendimiento deportivo, que disminuye. Esto se debe, principalmente, a los cambios de temperatura que se producen tanto en el ambiente como en la temperatura corporal. [p]

Conocer los diversos factores que pueden afectar a la hora de practicar ejercicios, sobre todo si se realiza al aire libre, es fundamental para conocer cómo afecta a los músculos y contrarrestarlo para prevenir algún tipo de lesión. [p]

Por ello, vamos a contarte las principales causas que afectan al rendimiento deportivo con el cambio de estación. [p]

Disminución de la temperatura corporal

En esta época del año la temperatura es más baja y afecta al calor corporal y al consumo de energía del organismo. [p]

Ante las bajas temperaturas el organismo reacciona empleando, y dirigiendo, el calor corporal hacia los órganos vitales, para su correcto funcionamiento, aumentando el gasto calórico. Como consecuencia, el calor que queda para los músculos se ve reducido, pudiendo provocar dolores musculares y articulares, calambres,… [p]

Para evitar estos efectos negativos, es importante aumentar la ingesta calórica (especialmente en torno al entrenamiento) con alimentos ricos en carbohidratos y grasas, ya que son los que más aporte calórico, y por tanto más energía proporcionan. [p]

efectos cambio de estación en el rendimiento deportivo [p]

Contracciones musculares

Cuando sentimos frío, los músculos se contraen, es decir, están más rígidos y tensos, disminuyendo la flexibilidad y aumentando el riesgo de lesiones. Esto se debe a que las bajas temperaturas provocan una disminución del flujo sanguíneo en el cuerpo, por lo que los músculos no reciben tanta sangre como de costumbre. [p]

Para evitarlo es importante hacer más flexible el músculo y elevar su temperatura, y para ello te aconsejamos que realices estiramientos antes de entrenar. [p]

Debilitación del sistema inmunológico

Como ya hemos comentado, ante la bajada de temperatura la respuesta del organismo es aumentar su gasto energético para mantener la temperatura corporal. Como consecuencia, las defensas se debilitan y somos más propensos a los virus y bacterias que causan enfermedades. [p]

Además, esto se acentúa dado que el aire frío y seco permite que los virus y bacterias sobrevivan por más tiempo en el ambiente. [p]

Para prevenirlo, te aconsejamos seguir una dieta equilibrada y saludable, rica en vitamina C y zinc, ya que ayudan a aumentar las defensas. [p]

¿Cómo mejorar el rendimiento?

Además de las recomendaciones anteriores, para disminuir los efectos del cambio de estación en el rendimiento deportivo te aconsejamos: [p]

  • Elegir ropa adecuada. Lo ideal es ponernos tres capas; la primera debe ser de tejido técnico, térmico y transpirable que mantenga el calor y deje que expulsemos el exceso y el sudor. La segunda, debe ser una prenda de abrigo térmica y de tejido técnico que nos permitirán realizar la actividad y evitar la acumulación del sudor. Y la tercera, debe estar enfocada a cubrir articulaciones y cabeza (guantes, gorros, bragas para el cuello, zapato transpirable que no deje pasar el frío,…) ya que evitarán que perdamos calor y que disminuya nuestra temperatura drásticamente. [p]
  • Aumentar el consumo de carbohidratos. Éstos nos ayudarán a mejorar el aporte energético y conseguir una temperatura corporal mayor. Los más aconsejables son los cereales integrales, frutos secos, frutas y verduras pues son hidratos complejos que el organismo tarda más en digerir y permiten un flujo constante de glucosa en el organismo.

Alergias en otoño

Las alergias en otoño son una de las afecciones más comunes ya que se suman al polvo y/o la humedad otros factores que favorecen la aparición de alérgenos, como la bajada de temperaturas, el uso de calefacción, etc. [p]

Por otro lado, existen alérgenos como el polen, el moho y otros hongos que son más frecuentes en otoño y desencadenan los síntomas típicos de congestión y obstrucción nasal, picazón nasal, lagrimeo y estornudos. [p]

Dada la situación actual, estos síntomas pueden ser confundidos con los síntomas que provoca el COVID-19, por lo que es importante conocer la diferencia. Además de tener en cuenta que para tratar la alergia, y prevenirla, es fundamental conocer su origen. [p]

Tipos de alergia [p]

  • Alergia al polen. Suele producirse durante el otoño debido a la polinización de algunas plantas y árboles, como el ciprés o el crisantemo. Sus síntomas pueden confundirse con un cuadro gripal, sin embargo no produce fiebre. [p]
  • Alergia a los ácaros. Este tipo de alergia se produce tanto por los ácaros como por los epitelios de animales, y se acentúa sobre todo cuando pasamos más tiempo en el interior de las viviendas y locales. Suele producir rinitis, estornudos, asma, e incluso erupciones en la piel. [p]
  • Alergia a los alimentos. En esta época del año solemos consumir alimentos más calóricos (ya que aumentan la temperatura corporal), como por ejemplo los frutos secos, en especial la avellana, la almendra y la nuez, que son potentes alérgenos. También se potencian las alergias a las semillas de chía, sésamo o lino, que aunque son una fuente importante de fibra también lo son de alérgenos. No podemos olvidar que estamos en época de setas y hongos (shiitake, níscalo, boletus,..) que pueden provocar alergias debido a su toxicidad o debido al polen de sus esporas. Este tipo de alergia suele provocar asma, urticaria, neumonitis y dermatitis. [p]

Como ya hemos comentado, los síntomas de estas alergias son comunes a los que se pueden presentar con el COVID-19. Por ello vamos a contarte como diferenciarlo. [p]

alergias en tiempo de COVID-19 [p]

Diferenciar entre alergia y COVID-19 [p]

Debido al coronavirus y a las restricciones pasamos más tiempo en casa, por lo que estamos más expuestos a los ácaros del polvo, a la falta de humedad por la calefacción, a las mascotas, etc. y como consecuencia se pueden acentuar algunas alergias y sus síntomas: estornudos, asma, tos,… [p]

Si empezamos a presentar síntomas debemos estar muy atentos ya que aunque una alergia y el COVID-19 comparten algunos de ellos, la diferencia radica especialmente en la fiebre, agotamiento, falta de gusto y olfato que éste último produce. [p]

Dada la gravedad de la situación actual si presentamos síntomas y tenemos dudas, es fundamental consultar a un médico para recibir un diagnóstico seguro. [p]

¿Cómo puedo prevenir las alergias en otoño? [p]

Teniendo en cuenta los tipos de alergias y sus causas, existen una serie de recomendaciones para su prevención: [p]

  • Mantener la vivienda ventilada y no abusar del uso de la calefacción. [p]
  • Cambiar los filtros de la calefacción y del aire acondicionado, para evitar que se bombee aire con polen o ácaros. [p]
  • Lavar con frecuencia las sábanas y evitar los peluches en las camas de los niños. [p]
  • Limpiar el polvo con regularidad, poniendo especial empeño en los dormitorios. Es aconsejable hacerlo con bayetas o trapos especializados para evitar que los ácaros se distribuyan o se queden suspendidos en el aire. [p]
  • Evitar el consumo de alimentos que provocan alergia y contar con un botiquín para tratarla en caso de que se produzca. [p]
  • Revisar la caducidad de los alimentos, en especial los que producen moho. [p]

¿Beneficia el uso de mascarilla? [p]

El uso obligatorio de la mascarilla es un factor favorable para aquellas personas que sufren alergia, ya que además de proteger contra el coronavirus también protege contra los alérgenos. [p]

De hecho, un estudio sobre el poder filtrante de las mascarillas ante el polen y los acáros (realizado por el Comité de Expertos de la SEAIC) concluyó que el uso de mascarillas homologadas reduce hasta un 80% las partículas de polen y polvo en el aire inhalado, por lo que resultan una herramienta eficaz para reducir los síntomas alérgicos.