Conjuntivitis alérgica
¿Qué es la conjuntivitis alérgica?
La conjuntivitis alérgica es una inflamación de la conjuntiva —la membrana transparente que recubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados— causada por una reacción exagerada del sistema inmunológico ante alérgenos presentes en el ambiente.
Aunque no es contagiosa ni peligrosa, puede resultar muy molesta e incapacitante, especialmente cuando los síntomas se repiten con frecuencia o se asocian a otras alergias respiratorias como la rinitis o el asma.
Conjuntivitis alérgica estacional
Aparece en épocas concretas del año, coincidiendo con la polinización. Suele acompañarse de rinitis y afecta a ambos ojos con síntomas intensos durante primavera y verano.
Conjuntivitis alérgica perenne
Se presenta durante todo el año y se relaciona con alérgenos como los ácaros, moho o animales domésticos. Sus síntomas suelen ser más leves, pero constantes.
¿Qué la provoca?
Los desencadenantes más comunes de la conjuntivitis alérgica son los alérgenos que entran en contacto con los ojos a través del aire:
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Polen (de árboles, gramíneas o malezas)
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Ácaros del polvo doméstico
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Epitelios de animales (perros, gatos, caballos…)
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Esporas de moho
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Contaminación ambiental
En ocasiones, también pueden provocar síntomas ciertos cosméticos, productos de limpieza o lentes de contacto si el paciente es alérgico a sus componentes.
Sintomas más frecuentes
La conjuntivitis alérgica suele afectar a ambos ojos de forma simétrica. Los síntomas más característicos son:
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Picor intenso, a veces irresistible, que empeora al frotarse los ojos.
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Lagrimeo constante, sin causa emocional aparente.
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Sensación de arenilla o escozor ocular, que genera malestar persistente.
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Enrojecimiento visible, especialmente en la parte blanca del ojo (esclerótica).
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Hinchazón de los párpados, especialmente por la mañana.
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Fotofobia (molestia ante la luz intensa), en algunos casos.
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Secreción mucosa leve, sin pus ni signos de infección.
¿A quién le afecta?
La conjuntivitis alérgica puede aparecer a cualquier edad, aunque es especialmente común en niños, adolescentes y adultos jóvenes con antecedentes personales o familiares de alergia. En muchos casos, se presenta junto con rinitis alérgica (lo que se conoce como síndrome rinoconjuntival), y puede repetirse todos los años en la misma época.
Tratamientos de la conjuntivitis alérgica
El tratamiento busca aliviar los síntomas, reducir la inflamación ocular y prevenir recurrencias:
1. Evitar el contacto con el alérgeno
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No frotarse los ojos (puede empeorar la inflamación).
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Mantener las ventanas cerradas en días de alto recuento de polen.
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Usar gafas de sol al aire libre.
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Cambiarse de ropa y lavarse la cara tras estar en exteriores.
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Evitar el contacto con mascotas si se sospecha alergia a epitelios.
2. Tratamiento farmacológico
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Lágrimas artificiales para lavar y calmar los ojos.
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Antihistamínicos tópicos (colirios): alivian rápidamente el picor.
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Estabilizadores de mastocitos (preventivos): reducen la reacción alérgica si se usan de forma continua.
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Corticoides tópicos: reservados para casos graves y bajo control médico.
3. Inmunoterapia específica (vacunas)
Si la conjuntivitis se repite cada año y afecta seriamente a la calidad de vida, el especialista puede recomendar inmunoterapia para desensibilizar al organismo frente al alérgeno causante.
Consejos prácticos para personas con conjuntivitis alérgica
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Usa compresas frías sobre los ojos para aliviar el picor.
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Evita ambientes con humo o aire muy seco.
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No compartas toallas ni cosméticos oculares.
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Lávate las manos con frecuencia.
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Consulta siempre con tu médico antes de usar colirios oculares.
